Descubre las ventajas de integrar de forma sistemática la Ley de Segunda Oportunidad en tu despacho para aliviar la carga financiera de tus clientes y abrir una línea de servicio altamente demandada.

En julio de 2015 se publicó la Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social, reformada por la Ley 16/2022.
Esta Ley supuso una verdadera transformación legal en España sobre la segunda oportunidad de personas físicas que contraen deudas y se encuentran en situación de insolvencia, un ámbito en el que los despachos de abogados pueden aportar un enorme valor añadido acompañando al deudor en todo el procedimiento.

Con el mecanismo de segunda oportunidad, tus clientes pueden conseguir el perdón de parte o de la totalidad de sus deudas, excluyendo el principio de responsabilidad patrimonial universal del artículo 1911 del Código Civil: el deudor responde del cumplimiento de las obligaciones con todos sus bienes, presentes y futuros.

Si en tu despacho gestionáis situaciones de sobreendeudamiento que impiden a las personas hacer frente al pago de sus deudas, y dudas sobre si incorporar o no la Ley de Segunda Oportunidad como servicio especializado, te contamos los pros.

Ventajas de integrar la Ley de la Segunda Oportunidad en tu despacho

En principio, la Ley es muy ventajosa para quienes la solicitan, ya que puede ayudarles a acabar con sus deudas de forma legal y tener una nueva vida sin la presión del endeudamiento.
Para tu despacho, trabajar este tipo de procedimientos te permite ofrecer una solución integral a tus clientes en crisis financiera, fidelizar y diferenciarte frente a otras firmas que no la tramitan.

Entre los pros para tus clientes (y, por tanto, para tu propuesta de valor como despacho), citamos los siguientes:

No es necesaria una negociación previa con los acreedores

Esto simplifica la estrategia procesal del despacho y permite ofrecer una vía clara y reglada, especialmente útil cuando la relación con los acreedores está muy deteriorada o ha habido múltiples intentos fallidos de acuerdo extrajudicial.

Suspensión del pago de cuotas a algunos acreedores

La posibilidad de suspender pagos da un respiro inmediato a tu cliente y te permite como abogado ganar margen de maniobra para estudiar el caso y diseñar la mejor estrategia, sin la presión constante de vencimientos inasumibles.

Paralización o suspensión de procedimientos judiciales, demandas, ejecuciones y embargos

Si los acreedores ya han presentado demanda en el juzgado, es posible que se haya acordado el embargo de bienes del deudor, lo que puede perjudicarle gravemente tanto en su actividad profesional como en el día a día, ya que es habitual el embargo de saldos de cuentas bancarias.

Al solicitar el concurso de acreedores al amparo de la Ley de Segunda Oportunidad, todo tipo de embargo queda congelado. Esta paralización es fundamental cuando se embargan bienes que sean indispensables para que el deudor desarrolle su actividad laboral.

También impide nuevas demandas. Para tu despacho, esto se traduce en orden y control del procedimiento, al concentrar la estrategia en un único cauce jurídico, evitando la dispersión de actuaciones y plazos en distintos juzgados.

Se detienen los intereses de las deudas

Algunas deudas conllevan intereses de demora que se aplican al no pagar la deuda en el plazo establecido, intereses que van aumentando la deuda, lo que dificulta aún más salir de la situación de insolvencia. El cese de estos intereses te permite plantear a tu cliente escenarios realistas y reforzar tu papel como asesor de confianza, ya que puedes presentar cifras claras y previsibles.

Paralización del acoso de los acreedores

El deudor deja de recibir llamadas, cartas y comunicaciones constantes reclamando el pago.
Desde la perspectiva del despacho, esto genera un entorno más sereno para trabajar el caso y mejora la relación abogado–cliente, que percibe de inmediato un beneficio tangible desde el inicio del procedimiento.

Alta probabilidad de renegociar las deudas

Se da la posibilidad de renegociar el pago de algunas deudas, estableciendo plazos y modo de pago, además de conseguir importantes quitas o descuentos de parte de las deudas.
La Ley establece que esto se pueda conseguir mediante la aprobación de un plan de pagos, fijando importes y fechas de los pagos.

El incumplimiento del plan de pagos, si es causado por acontecimiento grave, no se tendrá en cuenta, ni se entenderá que existe mala fe del deudor.
Para tu despacho, esto supone un espacio de negociación estructurado, donde tu intervención técnica puede marcar la diferencia en el resultado final para tu cliente.

Resguardar la vivienda de uso habitual

La Ley de Segunda Oportunidad permite que tu cliente pueda mantener su vivienda habitual, a fin de que no sea liquidada para poder pagar las deudas. Para que opere esta protección, debe ser la única vivienda que se posea y demostrar que no se tiene otro lugar para establecerse.

Este elemento es clave en la estrategia de defensa patrimonial que puede ofrecer tu despacho, reforzando el valor percibido del servicio.

Mantenimiento en funcionamiento del negocio, en caso de ser autónomo

Si tu cliente es autónomo, el procedimiento bien planteado puede facilitar que continúe con su actividad profesional, evitando la desaparición de su fuente de ingresos.
Para el despacho, es una oportunidad de acompañar a profesionales y pequeños empresarios, generando relaciones a largo plazo.

Mantenimiento de la actividad laboral, o inicio de una nueva

Al aliviar o cancelar la carga de deudas, se facilita que la persona mantenga su empleo o pueda comenzar una nueva actividad laboral.
Esto incrementa las probabilidades de éxito a medio plazo y refuerza el impacto real que tu despacho puede tener en la vida de tus clientes.

Salir de la espiral de deudas

El sobrendeudamiento se da en muchas personas que, para poder pagar un crédito anterior, se ven obligadas a solicitar un segundo, creando más deuda, y más intereses y gastos: el efecto “bola de nieve”. La segunda oportunidad hace posible el perdón de las deudas, en todo o en parte, permitiendo empezar de nuevo.

Tu despacho pasa así de “apagar fuegos” puntuales a ofrecer una solución jurídica estructural, que corta de raíz esa espiral.

Posibilidad de mejorar las condiciones de las deudas pendientes

Relacionado con el anterior punto. La renegociación, junto con las quitas y reestructuraciones, permite presentar a tu cliente un escenario financieramente asumible, que mejora la percepción de calidad y profundidad del asesoramiento que presta tu despacho.

Cancelación de deudas, préstamos, créditos, deudas con Hacienda, con la Seguridad Social y otras

La posibilidad de exonerar deudas públicas y privadas (con los matices y límites legales) convierte este mecanismo en una herramienta muy potente en manos de un despacho especializado.
Posicionar tu firma en este ámbito te permite diferenciarte en el mercado de servicios legales.

Si no hay masa (patrimonio), el procedimiento es muy rápido

En los casos sin masa, el trámite puede resolverse de forma ágil, lo que se traduce en una experiencia muy positiva para tu cliente y en una gestión eficiente de recursos para tu despacho.

Eliminación del nombre del deudor de los ficheros de morosos

Es habitual que, al tener deudas impagadas, el deudor sea incluido en un listado de morosos, como ASNEF. En el caso de que el juzgado conceda la exoneración de las deudas, es obligatorio que se elimine la información que hay en estos ficheros, pudiendo reclamar una indemnización si no se hace.

Además, también desaparece del registro Central de información de Riesgos del Banco de España, CIRBE (aparece cuando se tienen más de 1.000 € de deuda con un mismo acreedor).
Para tu despacho, gestionar correctamente estos pasos finales añade valor añadido al servicio y mejora la satisfacción del cliente, que ve un “antes y después” claro en su relación con el sistema financiero.

Como ves, son muchas las ventajas que la segunda oportunidad ofrece a las personas físicas no empresarios y a los autónomos en situación de insolvencia, y, a su vez, muchas las razones para que tu despacho integre esta Ley como línea estratégica de práctica profesional, siendo lo más significativo lograr el perdón de las deudas de tus clientes.

¿Dónde encaja ApudActa.com en todo esto?

En la tramitación de la Ley de Segunda Oportunidad resulta clave agilizar todos los poderes y autorizaciones necesarios para actuar en nombre del cliente.

Recuerda que, si en tu despacho necesitas que tus clientes otorguen un poder a su abogado o procurador, puedes gestionarlo desde ApudActa.com, nuestra plataforma online, sin necesidad de certificado digital por parte del cliente y con todas las garantías legales.

De este modo, puedes:

• Reducir desplazamientos y tiempos muertos en notaría o juzgado.
• Formalizar poderes de forma 100 % online, incluso con clientes que residen en otro municipio o en el extranjero.
• Estandarizar tu flujo de trabajo en procedimientos de Segunda Oportunidad, mejorando la experiencia del cliente y la eficiencia del despacho.

Integrar la Ley de Segunda Oportunidad en tu despacho y apoyarte en herramientas como ApudActa.com te permite ofrecer un servicio más ágil, más completo y más competitivo en un área de práctica con una demanda creciente.