Buy now, pay later: una facilidad que debe ser aclarada por los vendedores. El gobierno español última la reforma de la legislación interna sobre créditos al consumo para adaptarla a la Directiva (UE) 2023/2225, DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 18 de octubre de 2023 relativa a los contratos de crédito al consumo y por la que se deroga la Directiva 2008/48/CE .
La fecha límite para transponerse en España es el 20 de noviembre de 2025, debiendo aplicarse a partir del 20 de noviembre de 2026.
Entre los objetivos de la Directiva 2023/2225, está el de proteger a los consumidores y adaptar la normativa de los contratos de crédito al consumo a la era de la digitalización actual.
¿Qué es el Buy now, pay later?
El “buy now, pay later”, siglas en inglés BNPL (compra ahora, paga después), es un método de aplazamiento de pago muy extendido que ha ido en claro aumento en los últimos años, pero lo cierto es que, en muchas ocasiones no existe transparencia en las operaciones y el consumidor se ve desprotegido y con falta de información necesaria.
La citada Directiva Europea obliga a las plataformas que ofrecen el “buy now, pay later”, a procurar más información pre-contractual y contractual a los consumidores.
Por tanto, el gobierno español está obligado a reformar la legislación sobre créditos al consumo, a fin de que se cumplan los deberes de información de los bancos y entidades financieras que ofrezcan el BNPL.
Y es que la Directiva UE 2023/2025, amplía el ámbito de aplicación de la Directiva anterior de 2008, a los contratos de crédito al consumo cuyo importe total sea inferior a 200 €, así como los productos conocidos como “buy now pay later” o “BNPL”, debido a que por su alto coste, pueden ser perjudiciales para los consumidores.
El prestamista estará obligado a dar al consumidor información precontractual clara y comprensible, con la debida antelación a la firma del contrato, también cuando se usen técnicas de comunicación a distancia.
En el formulario de Información Normalizada Europea sobre el Crédito al Consumo que se le deberá facilitar al consumidor antes del contrato de crédito, deberán figurar datos como:
- la identidad del prestamista, o intermediario;
- el importe total del crédito;
- la duración del contrato de crédito;
- el tipo deudor, o tipos deudores si hay varios;
- la tasa anual equivalente y el importe total adeudado por el consumidor;
- el tipo de interés de mora y demás costes, una advertencia sobre las consecuencias en caso de impago o pago atrasado;
- la existencia o ausencia de derecho de desistimiento y, en su caso, el plazo de desistimiento;
- la existencia de un derecho de reembolso anticipado y, en su caso, información sobre el derecho del prestamista a una compensación.
En la Información deberá indicarse también, el tipo de crédito; las condiciones que rigen la disposición de fondos; los gastos de mantenimiento de las cuentas obligatorias para registrar tanto las operaciones de pago y como las disposiciones del crédito, y otros, como los gastos de notario y garantías.
Si la información precontractual se entrega con menos de 24 horas de antelación a la firma del contrato, deberá remitirse al cliente un recordatorio de su derecho a desistir el contrato.
Al igual que la precontractual, en el contrato de crédito al consumo se deberá incluir todas las condiciones y advertencias de forma clara y legible, adaptada a los canales digitales.
¿En qué consiste el ‘Buy now, Pay later’?
Es un modo de aplazamiento de pago para compras de bienes y servicios, que ofrecen bancos, entidades financieras y plataformas Fintech.
Consiste en fraccionar y aplazar los pagos de las compras realizadas por el consumidor, ya sean en una tienda física, o en la modalidad electrónica online.
De hecho, el auge de las compras por internet ha supuesto un aumento considerable del “buy now, pay later” en modalidad online.
En un principio, puede parecer un sistema fácil y atractivo, porque permite llevarte a casa el producto y pagarlo en cómodos plazos, y casi siempre, sin intereses. Lo cierto es que se trata de un crédito que el banco o financiera conceden de forma inmediata y está sujeto a unas condiciones financieras, como comisiones, intereses por impago, y otros. Habrá que observar y entender la letra pequeña.
En caso de no hacer frente a uno de los plazos en la fecha prevista, el acreedor podría cobrar intereses de demora y comisiones, en ocasiones muy elevados y abusivos.
El uso del Buy now, pay later en España
España es claramente, uno de los países donde más se ha extendido este método de pago (y endeudamiento en algunas ocasiones) en las últimas décadas. Es claro que la inmediatez en su proceso de concesión junto con la flexibilidad financiera que ofrece al poder pagar después, son un gancho importante que conocen bien los bancos y entidades financieras para captar clientes.
Según un informe de Forbes realizado el pasado año 2023 por Oney, compañía de pagos fraccionados y financiación en Europa, se realizó un análisis sobre las tendencias en los medios de pago y cómo estos impulsan el comercio.
Entre las conclusiones del informe, destaca que se prevé que el BNPL (“Buy Now, Pay Later”) o el pago aplazado, crezca un 25 % en los próximos años, pasando de tener una cuota de mercado del 2 % actual al 3,50 % en 2025.
En el Informe se añade que, nada más y nada menos, un 33% de españoles ya ha usado el pago aplazado en los últimos años. Un 18% adicional reconoce la posibilidad de usarlo y se muestra favorable a ello. Además, el 60 % de los encuestados que se plantea financiar sus compras, estaría dispuesta a utilizar el “Buy now, pay later” , como la mejor opción para fraccionar sus pagos.
En cuanto a la diferencia entre compras aplazadas en tienda o por internet, gana este último método, ya que el 52 % de los encuestados ha realizado sus compras aplazadas a través de Internet, frente a un 34 % que solo ha utilizado el método “Buy now, pay later” en tienda física y el 14 % que lo ha usado en ambos canales.
Con este método de pago aplazado ganan las compras de artículos de hogar, (41 % de los entrevistados), seguidas de artículos de tecnología (37%) y viajes (31%).
Son los más jóvenes los que están usando más este modelo de compra a plazos por internet, en muchas ocasiones a través del pago con móvil. Cada vez manejan menos efectivo y tienen gran interés por las criptomonedas y los tokens. Destaca el informe que “la tarjeta de crédito les parece algo arcaico y que dentro de poco lo será también tener que guardar contraseñas”.
Advertencias y recomendaciones
1. Antes de fraccionar un pago es importante que el consumidor se pregunte:
- si va a poder hacer frente al pago de los plazos mensuales; y
- si en caso de poder pagarla de una vez, también haría la compra.
En caso de que la respuesta a alguna de ellas sea NO, es claro que para esta persona no es aconsejable comprar el artículo con este sistema de pago a plazos.
2. En el caso de no pagar algún plazo, la deuda pueda verse considerablemente aumentada por los intereses de demora y comisiones por impago contenidos en el contrato.
3. Los intereses de demora que contemplas estos contratos de créditos suelen ser muy altos.
4. El riesgo de endeudamiento es claro, ya que, la compra por este sistema de compre ahora, pague después, puede provocar una falsa sensación inmediata de ahorro, ahorro inexistente realmente.
5. Se reduce “la tasa de abandono del carrito” que se produce en muchas ocasiones cuando los consumidores ven el importe total de la compra que van a realizar. (Según Mastercard, esta reducción puede llegar al 35%).
6. El Banco de España advierte en su portal Cliente Bancario, que “comprar y pagar luego es muy tentador, pero puede fomentar la compra impulsiva, y por ello hay que poner sensatez para no terminar endeudándose en exceso. Tarde o temprano tendrás que pagar esas pequeñas deudas y se pueden acumular”.
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