Existen otros tipos de apoderamientos más allá del apud acta.
El poder notarial, por ejemplo, es un documento algo más complejo que el apud acta, y capacita a un notario para llevar a cabo actos jurídicos en el nombre del poderdante, como contratar un préstamo o confirmar la compraventa de un inmueble.
Este poder se diferencia del apoderamiento administrativo, que se otorga para capacitar a otra persona para realizar gestiones en una administración concreta o en cualquiera.
También se pueden dar apoderamientos mercantiles, para actos jurídicos del ámbito mercantil específicamente, y de representación electoral, para dar la potestad a otra persona para votar en el nombre del poderdante, entre otros.