¿Qué es el halo de salud y cómo puede afectarte como consumidor?
Un día cualquiera estamos en el Supermercado, y al pasar por la sección de galletas, sucumbimos a la tentación y decidimos comprar un paquete. A nuestra derecha, vemos unas galletas de chocolate y pistacho, y junto a estas, vemos otras, también de chocolate y pistacho, pero en el paquete se lee “ricas en proteínas”.
Si esta advertencia de proteínas te influye a la hora de optar por estas galletas, puede que te haya convencido el “halo de salud”.
¿Qué significa el término “halo de salud”?
Podemos definir “halo de salud”, como el fenómeno por el que una persona puede tener la percepción de que un producto alimenticio (incluidas las bebidas y suplementos) es saludable basándose en una sola afirmación, aunque el alimento no sea tan inofensivo en realidad.
También puede consistir en percibir a alguien o algo de forma globalmente positiva basándose en un solo rasgo, por ejemplo, suponer que una persona físicamente atractiva también es amable.
En la alimentación, podemos notar el efecto “halo de salud” cuando cualquier etiquetado de un producto o el marketing utilizado, da la percepción de que un alimento en particular es bueno para nosotros, aunque no haya ninguna evidencia que respalde esta afirmación.
Una sola afirmación en el envase, como “orgánico”, “bajo en grasa”, o “saludable”, o bien un ingrediente en letras grandes que suene nutritivo y sano, por ejemplo “con aceite de oliva virgen extra”, es utilizado por muchas marcas como importante reclamo para aumentar sus ventas.
Es posible que la afirmación sea cierta, como ser uno de sus ingredientes aceite de oliva virgen extra, pero eso no significa que el producto es san.
Por ejemplo, el contenido de azúcar de unas tortas con este aceite puede ser parecido o superior al de otro producto similar pero que no lleve grasa. Aun así, el halo ha proyectado un resplandor de bondad sobre los productos que llevan AOVE, aunque la cantidad sea muy pequeña y tengan otros ingredientes no tan saludables.
Otros productos que proyectan ese “halo de salud” en España desde hace unos años, son los que anuncian “alto en proteínas”, “alto nivel proteico”, “con proteínas” o similar.
Una famosa marca de lácteos, promete en su marketing y etiquetado que puede reducir el colesterol y la tensión arterial.
En este campo, existen investigaciones desde hace años. En Estados Unidos se realizó un estudio en 2016, descubriendo que era más probable que la gente pensara que las bolsas de patatas fritas eran más sanas, y las comprara, cuando estaban “fortificadas con vitaminas”, incluso cuando comprarlas para obtener vitaminas era una mala decisión dietética.
Y es que, si el marketing está bien hecho, traspasa el radar del pensamiento crítico. Si al realizar nuestras compras en el supermercado, un producto anuncia que tiene vitaminas, no contiene transgénicos, es ecológico, sin azúcares añadidos, etc…, todo eso tiene el mismo tipo de efecto: inconsciente, subliminal, emocional.
Demandas colectivas por «halo de salud» engañoso
En 2023, algunos consumidores estadounidenses fueron conscientes y cuestionaron estas afirmaciones, interponiendo en el Estado de California una demanda colectiva contra la empresa PepsiCo (comercializadora entre otras de Fritos y Lay’s), argumentando que la empresa había creado un “halo de salud” engañoso en sus barritas proteicas Gatorade, entre otras cosas, al comercializarlas como herramientas “respaldadas por la ciencia” para “ayudar a los músculos a reconstruirse”, y «utilizadas por los profesionales», aunque tienen más azúcar que proteínas y más azúcar que las típicas barras de chocolate. Un juez de un juzgado de California ha admitido la demanda contra la empresa.
Según la demanda colectiva, las barritas son en realidad comida poco saludable, con 29 gramos de azúcar, incluidos 28 gramos de azúcar añadido, (lo que supone superar el límite de 25 % recomendado por la Asociación Estadounidense del Corazón, para mujeres), y sólo 20 gramos de proteína.
Los demandantes, usuarios de fitness, afirmaron que el consumo excesivo de azúcar añadido está relacionado con altas tasas de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
De haber entendido su verdadero valor nutritivo, dicen los demandantes, no habrían comprado las barras Gatorade, o habrían pagado menos, y piden una indemnización no especificada.
Y es que, muchas decisiones sobre lo que comemos se tornan en compras impulsivas, sucumbiendo en muchas ocasiones al “halo de salud”.
Alerta de la OMS del «halo de salud» en alimentos para niños y adolescentes
Un informe reciente de Unicef, revela un problema que todos sabemos, millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo están consumiendo demasiados alimentos ultra procesados y bebidas no alcohólicas con exceso de grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcares libres o sal, con consecuencias devastadoras para su salud y desarrollo.
Estas dietas poco saludables afectan mucho a la salud, provocando enfermedades como el sobrepeso y la obesidad, y son una importante causa de muerte y discapacidad en el mundo.
Menciona Unicef en su informe que para agravar el problema que existe en la no adecuada alimentación de niños y adolescentes, los productos no saludables suelen incluir en sus envases declaraciones nutricionales y de salud engañosas con fines promocionales.
“Esto incluye declaraciones relacionadas con nutrientes específicos (por ejemplo, “alto contenido de hierro”) y declaraciones sobre supuestos beneficios para la salud (por ejemplo, “corazón sano”), pero a menudo también incluye el uso de dibujos animados, personajes de marca, colores y envases atractivos para las niñas y los niños”, señala el informe.
Estas informaciones pueden dar “un halo de salud” a los productos no saludables dirigidos a niños y adolescentes, engañando sobre la calidad nutricional.
En cuanto al “radar de pensamiento crítico” antes mencionado, Unicef refiere que está demostrado que los compradores dedican menos de 10 segundos a seleccionar cada producto, muy poco tiempo para revisar las etiquetas nutricionales reales de la parte posterior del envase.
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